Solución de problemas: Kaliningrado
«Si tu mal tiene remedio… ¿Por qué te afliges? Y si tu mal no tiene remedio… ¿Por qué te afliges?»(Proverbio árabe).
Tenían mis abuelos este proverbio colgado en la pared de nuestra casa, y aunque los proverbios por definición llevan aprendizajes prácticos dentro, no me voy a ocupar de qué nos enseña el proverbio y porqué recordarlo, sino de responder a la pregunta formulada en la segunda parte:
«Si tu mal no tiene remedio, ¿por qué te afliges?»
Bueno, probablemente, porque no sabes que no tiene remedio.