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Terapia de pareja
Psicología forense
Psicoterapia
El proceso de psicoterapia es lo que ocurre desde del momento en que una persona requiere la intervención de un psicólogo para lograr un cambio. Lo habitual es que queramos cambiar sin ser cambiados (es decir, decidiendo nosotros qué cosas queremos transformar y cuáles queremos mantener) y sin que nos duela.
Esto hace de la psicoterapia un proceso complejo, determinada por la personalidad de paciente y terapeuta: su forma concreta depende tanto de cómo eres tú como de lo que el psicólogo sepa hacer con tu problema. No tiene porqué ser larga, corta, ardua, fácil… es única. Algunos problemas necesitan una única sesión y otros no bajan de 50. No vale hacer comparaciones y depende de cada uno, pero el objetivo de trabajo es lograr el alta terapéutica. Pactaremos los cambios a trabajar, y casi siempre empezaremos con una sesión semanal y continuaremos espaciándolas cuando se reduzca el malestar y se empiecen consolidar los cambios logrados, hasta dar por concluído el proceso terapéutico. “Se trata de un proceso orientado al cambio que ocurre en el contexto de una relación profesional, empática, poderosa y contractual. Su razón de ser se centra, explícita o implícitamente, en la personalidad de los clientes, la técnica de la psicoterapia o ambas cosas. Afecta a un cambio duradero en múltiples aspectos de la vida de los clientes. El proceso es idiosincrásico y está determinado por las posiciones preconcebidas de los pacientes y terapeutas» (Zeig y Munion, 1990).