Psicoterapia individual para adultos

Las personas acudimos a Psicoterapia porque sufrimos las consecuencias de un problema que no sabemos manejar sin sentir malestar.

Cuando sufrimos sentimos angustia, tristeza, tenemos problemas en nuestras relaciones, no podemos parar de pensar en cosas negativas, o no dormimos bien, no rendimos, nos duele el estómago o la espalda y no hay causa física aparente… Hay muchísimas formas de notar ese sufrimiento. Es más fácil saber que sufrimos que saber qué nos hace sufrir y si podemos cambiarlo.

Aquello que nos lleva a psicoterapia puede tener la forma de un diagnóstico clínico (depresión, ansiedad, estrés, etc…), puede ser el resultado de un cúmulo de circunstancias que nos han llevado a un punto en el que no nos sentimos cómodos con algún aspecto de nuestra vida o puede surgir simplemente del deseo de mejorar en algún aspecto psicológico.

Muchas veces, ni siquiera sabemos que podemos resolver lo que nos ocurre mediante tratamiento psicológico y, al sentir malestar, acudimos al médico para recibir medicación (generalmente, ansiolíticos y/o antidepresivos). En ocasiones, el problema puede ser tratado por un psicólogo sin necesidad de acudir a la medicación, y otras veces, la medicación y la psicoterapia deben complementarse para obtener unos resultados óptimos.